Hay productos, entre ellos muchos objetos cotidianos, que no están sujetos a normas de seguridad específicas.
Aunque muchos empresarios no lo saben, estos bienes están regulados por la Directiva 2001/95/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre seguridad general de los productos, que engloba y regula todos los productos y servicios.
Sí, incluso los servicios.
Por ejemplo, las audioguías de los museos o los dispositivos de compra de bricolaje de los supermercados no están sujetos a normas específicas, pero deben cumplir los requisitos generales de seguridad del producto.
No importa si el artículo en cuestión es nuevo, usado o reacondicionado.
Relatamos un pasaje de Directiva 2001/95/CE del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la seguridad general de los productos, que es muy clara a este respecto:
"A los efectos de la presente Directiva, se entenderá por "producto" cualquier producto destinado, incluso en el contexto de la prestación de servicios, a los consumidores o que pueda, en condiciones razonablemente previsibles, ser utilizado por los consumidores, incluso si no está destinado a ellos, suministrado o puesto a disposición mediante una tarifa o de forma gratuita en el curso de una actividad comercial, independientemente de si es nuevo, usado o reacondicionado”.
Nadie excluido, por tanto.
Muchas empresas manufactureras, quizás engañadas por la falta de regulaciones específicas o quizás atraídas por la posibilidad de no tener que invertir en la fase de prueba, lanzan al mercado productos inseguros.
Dejando de lado por un momento la ley y las posibles sanciones para los infractores, la comercialización de productos que no cumplen también introduce consideraciones éticas. No se trata sólo de estándares sino también de la confianza de sus clientes y, en consecuencia, de la reputación de la empresa.
Los expertos en estrategia y comunicación han dedicado numerosos estudios a la importancia de la imagen de marca, especialmente en internet.
No hace falta mucho porque, gracias a la potencia y velocidad de la red, un error cometido incluso de buena fe puede destruir todo el buen trabajo realizado.
Citamos un pasaje de Paquete de seguridad de los productos y vigilancia del mercado, muy claro y ejemplar:
“En un contexto de crisis económica, el gasto de los consumidores ha disminuido, sobre todo por la contracción de los ingresos y las incertidumbres sobre el futuro. Por este motivo es necesario que los consumidores puedan seguir teniendo confianza en la seguridad de los productos y en su idoneidad para el fin para el que fueron diseñados".
Poner en el mercado un producto seguro es un acto de respeto hacia el cliente.
De hecho, el consumidor no sólo lo eligió entre otros competidores sino que también invirtió en un producto que debe ser funcional, seguro y acorde a sus expectativas.
Pensemos en una familia con ingresos medios donde los padres, con dificultad, deciden complacer a su hijo dándole el objeto de deseo, el que todos tienen.
Como es caro, los padres deciden optar por la versión un poco más barata, pero igual que las demás.
Están tranquilos porque lo compraron en una tienda.
En realidad el objeto no ha sido sometido a pruebas de seguridad.
Forma parte de esa categoría de bienes no sujetos a regulaciones específicas y la matriz no consideró apropiado investigar más a fondo.
Un día el producto se rompe, con riesgo de herir al niño.
Es natural que la familia se sienta traicionada por la empresa, expoliada y estamos seguros de que ya no elegirán la empresa en cuestión, provocando quizás también mala publicidad entre amigos y conocidos.
Para los fabricantes, confíe en laboratorios de pruebas serios y confiables como Sicom Testing es una inversión en sus productos y en la fidelidad de sus clientes.
Incluso si el bien en cuestión es un objeto pequeño, aparentemente inofensivo, incluso si no cuenta con normas de seguridad específicas, recurrir a laboratorios serios y calificados siempre vale la pena.
La Directiva 2001/95/CE sobre seguridad general de los productos no sólo protege al cliente final sino también a la propia empresa que, si fuera responsable de accidentes o problemas, además de ser penalmente responsable, tendría que trabajar duro para limpiar. mejorar su imagen y recuperar la confianza de sus clientes.
También se refiere al sector eléctrico y, en concreto, a los productos que tienen una alimentación eléctrica inferior a 50 Voltios en corriente alterna y inferior a 75 Voltios en corriente continua.
A este macrogrupo pertenecen muchos objetos fundamentales para la vida diaria, basta pensar en el cepillo de dientes eléctrico o la afeitadora.
uno sencillo pruebas de seguridad electrica puede prevenir accidentes para usuarios y productores.
Para cumplirlo, basta con aplicar la Directiva 2001/95/CE relativa a la seguridad general de los productos y confiar en laboratorios especializados como Sicom Testing.
Puedes estar seguro y, al final, es el mejor gesto que puedes hacer hacia tus clientes.
Stefano Olzi
Sicom Testing ofrece un servicio completo para pruebas de seguridad electrica de los productos.
Para solicitar más información sobre este tema, escriba a info@sicomtesting.com
o llame al +39 0481 778931.
Saludos,
¿Una caja desinfectante de plástico para tumbonas de exterior está incluida en la Directiva sobre máquinas o en la Directiva 2001/95/CE?
Gracias
Simón
Buen día.
Un producto entra dentro del ámbito de aplicación de la Directiva sobre máquinas si tiene al menos una parte móvil movida por una fuerza distinta de la fuerza humana o animal directa (por lo tanto, normalmente mediante un motor).
Si el producto en cuestión tiene una o más partes móviles movidas por motores, entra dentro del ámbito de aplicabilidad y debe estar certificado de acuerdo con la Directiva de Máquinas.
Saludos desde Sicom Testing
Saludos,
Tengo que importar un producto de China para luego revenderlo en Europa, por lo que leí en tu artículo he llegado a la conclusión que para estar conforme debo aplicar la Directiva 2001/95/CE, quisiera preguntarte como para hacerlo y con quién debo contactar.
A la espera de su respuesta le mando un cordial saludo.
Mateo.
Buenos días Matteo, gracias por contactarnos. La aplicación de la directiva implica que el fabricante realiza una evaluación de los riesgos asociados al uso del producto y demuestra su cumplimiento de los requisitos aplicables. Para más información puede contactarnos en info@sicomtesting.com
Atentamente
Personal Sicom